patio bondiano

lunes, 30 de noviembre de 2015

No escribo obras para hacer dinero sino para no volverme loco. Es mi manera de hacer racional el mundo. (Un proceso que continúa)

"No escribo obras para hacer dinero sino para no volverme loco. Es mi manera de hacer racional el mundo."    - interview with Karl-Heinz Stoll, Interviews with Edward Bond and Arnold Wesker, Twentieth Century Literature, Vol. 22, No. 4, Dec. 1976.
"Con drama tienes que llevarte hasta la situación extrema, final, hasta sus últimas consecuencias. A los (antiguos) griegos les dijeron cosas muy, muy extremas en sus tragedias. Les decían que lo mejor que les podía pasar era no haber nacido – y que si les ocurría esa desgracia, la segunda mejor opción era morir joven. Y todos decían “¡Hurra!” y llenos de júbilo descendían a su ciudad. ¿Por qué? Porque confrontaron la situación extrema, no en Auschwitz sino en el Teatro Real."       - Edward Bond, the New York Times, February 18, 2001.


"Quiero recapitular mi rechazo hacia Brecht. Por supuesto que tenía buenas intenciones. Brecht es culpable por comisión y omisión - el uso público de sus dramas se ha convertido en una pretensión vacía. Embrutece al drama radical y – como resultado – conduce a teatros de ultraje y efecto vacíos. Pertenece al capitalismo occidental. Forma parte de la cultura del pensamiento lineal, de tratamiento. Esto es lo que ahora domina la sociedad. Tiene justificaciones obvias y es hábil. Pero no estamos en el mundo para ser buenos sino para cambiarlo. Lo cambiamos porque nos transformamos en los síntomas de la necesidad de cambiar.Si destruyes los síntomas destruyes el cambio. ¿Qué es un síntoma de la necesidad de cambiar – y qué de la indiferencia del universo? Necesitas entender como funciona la mente – y así puedes entender el significado de las acciones cuando las relacionas a sus situaciones. (El programa del drama.) Necesitas entender que lo humano es creado. De lo contrario nos estarás curando de nuestra humanidad. Durante el último siglo esto sucedió en algunos lugares aislados.Las posibilidades de que esto suceda otra vez se incrementan. Se debe al penetrativo poder de la tecnología, a la necesidad de la administración, y a las deformaciones sicológicas causadas cuando una especie lleva consigo la carga del imperativo humano mientras tiene que vivir en situaciones cada vez más injustas y peligrosas. Así ese imperativo por justicia se transforma en un ansia de venganza.Pero cuando perdemos lo humano no tenemos maneras de saber que lo hemos perdido. En Auschwitz no había posibilidad de tragedia. Cuando se pierde lo humano la diferencia radical entre los cuerpos de una fosa común y la gente caminando por la calle se pierde. Solo permanecen las diferencias triviales. Un grupo está muerto pero se mueve. No habrá diferencia entre la silla del dentista y la cámara de gas. Eso parece una declaración excesiva. Por supuesto."  - Carta a César, diciembre, 2004.
(Traducción C Villa, nov. 2015)

lunes, 2 de noviembre de 2015