Teoría Crítica — El camino
hacia Edward
Bond .
La teoría crítica
ha tenido importancia capital como medicina contra el dogmatismo ideológico
camuflado de marxista — esa que llevó a millones a sufrir las dictaduras
asesinas camufladas con la bandera roja. Digo "camuflado"
porque el estudioso Marx habría odiado ver sus teorías usadas como dogma.
Marx detestaba el dogma. Pero toda idea es vulnerable a la corrupción —y el marxismo ha sido dañado
tan profundamente que, como dice Bond, quizás necesitemos generaciones para
limpiar el halo de mierda con el que se ha ensuciado al pobre Marx. El marxismo es una herramienta intelectual para que los humanos podamos
eliminar, con espíritu crítico, como personas libres pero con entendimiento,
todo aquello que es precisamente anti-humano. Marxismo no tiene nada que
ver con lo de Stalin ni con lo de Mao, y mucho menos con lo que dejaron detrás
(y es una auténtica catástrofe que incluso hoy haya muchos militantes dentro de
los diferentes partidos comunistas de España y de Europa que todavía añoran sin
tapujos, sin avergonzarse de su propia ignorancia, las "bondades",
los "liderazgos" de asesinos como Stalin o Mao; algunos incluso celebran y apoyan al "camarada
amigo líder de Corea del Norte," como he visto en
algunos websites de grupos auto-denominados comunistas). La teoría crítica es útil porque la
izquierda que espera y lucha por la libertad necesita cuestionarse
continuamente —incidentalmente, esto es el significado de la ética. Y porque precisamente, el peor enemigo de la
izquierda ha sido la izquierda misma —y particularmente los dos extremos, ya
sea esa izquierda dictatorial anti-humana de Stalin como la liberal
pro-mercantil social-demócrata tipo Felipe Gonzalez o Bettino Craxi.
Pero el
comunismo, el socialismo —que como decía Nicos Poulantzas, no será socialista
sino es puramente democrático, y no será democrático sino es puramente
socialista — no es un proyecto fallido. Porque en realidad no se le ha
dejado dar ni un paso. Fue descabezado tan pronto como
empezó — sin descanso, desde dentro y desde fuera —y algunos de nosotros
todavía tenemos esperanzas. Como diría Bond, "tenemos melancolía por el
futuro".
Aquí en la
península ibérica no ha habido una gran tradición de la teoría crítica, porque
llegó tarde y mal —una monografía de Adorno no llega hasta 1985; Horkheimer,
Marcuse, Benjamin, son prácticamente ignorados hasta una fuerte
aceptación al principio de los 90 (En España es Habermas quien se lleva la
palma de la aceptación, y hasta le dan el premio príncipe de Asturias, un acto
que no solo le legitimiza a él mismo sino, aceptando el premio,
también a la monarquía. Lo cierto es que Habermas, que empezó en la
famosa Frankfurt School, terminó, como Horkheimer durante los últimos años de
su vida, negociando el lenguaje liberal con su teoría del "dialogo". Habermas
necesitaría una discusión mucho más larga que no puedo permitirme aquí).
Pero no solo se puede encontrar a la teoría crítica a través de sus
conocidos protagonistas y su densa teoría escrita. También se puede
saciar nuestra sed mental y ejercitar criticismo y lo más importante, ejercitar
la virtud de la dialéctica, a través de otros gigantes conocidos, que no son
nombrados dentro de la literatura de la teoría critica.
José Saramago,
por ejemplo, no es un autor al que la academia de lo filosófico apunte como
manejador de la teoría critica, pero sus novelas están llenas de lógica, que es
lo que hace que sus novelas estén llenas de verdad —y sean el resultado de
horas de reflexión, es decir, del propio trabajo dialéctico, consigo mismo, al
que el autor dedicaba tiempo antes de emprender una novela. Saramago es una
oportunidad excepcional con el que empezar un camino hacia Bond (insisto, por
su uso de la lógica. La mejor herramienta contra la ideología y para la
perpetuación de gran, verdadero Drama).
Hay otros.
En el otro lado del espectro marxista, ese práctico, ese lado
de "pies en la tierra", ese lado que tampoco tiene una obvia
relación teórica con la teoría crítica es Julio Anguita. Pero la teoría
crítica asoma continuamente por cada una de las líneas de sus conferencias. La
teoría de Anguita es la praxis de la teoría crítica, para mancharse las manos.
Sus discursos no son improvisados sino que, como el buen observador
notará, están llenos de propuestas que son como tesis acabadas, de sentido
común humanista. Y a esto solo se llega después de mucho trabajo dialéctico;
consigo mismo, con literatura o con otros.
Por otra parte,
es también verdad que la teoría crítica fue mal-usada porque, al final, la
teoría crítica parece convertirse en la justificación del marxista que
vive cómodamente dentro de parámetros burgueses —los estudiantes del
mayo del 68 acusaron a Adorno ruidosamente de esto y el filósofo se cogió tal
depresión que, dicen, le llevó a la muerte. El mismo Terry Eagleton ha
acusado, correctamente, a Adorno de "correr con los galgos y esconderse
con la liebres, simultáneamente." Para Adorno, contradiciendo
su propia teoría, Beckett and Schoenberg fueron los grandes ejemplos de
verdadero arte porque, concluía, “resistían la transformación capitalista de
las artes en una industria del entretenimiento tranquilizante.” Una tesis que hizo que Terry Eagleton adecuadamente
lo identificara como una auto-derrota, “un pacto con el fracaso” y añade:
Es el lado más caricaturesco del pensamiento de Adorno: Beckett
y Schoenberg como la solución al hambre del mundo y a la
amenaza de destrucción nuclear. Este es
el Adorno que deliberadamente ofrece como solución lo que es
claramente parte del problema, el homeópata político que para
curarnos nos alimenta con enfermedad (Eagleton, The Ideology of
the Aesthetic, Oxford: Basil Blackwell Ltd, 1991: 360).
Eagleton no podía
estar más cerca de la verdad, pero no deja de ser irónico porque cualquiera que
estudie a Eagleton podrá comprobar que es precisamente la estructura,
la estética lingüística si quieres, de sus discursos
deconstruccionistas que muestran a Eagleton pecando de lo que acusa a Adorno:
"corriendo con los galgos y escondiéndose con las
liebres, simultáneamente"! Especialmente en la forma que Eagleton
tiene de constituir el fascismo y el capitalismo como una relación de
"amor-odio, fascinación, complicidad," proponiendo con esa formula al
uno diferente, desconectado del otro, como dos individuos con diferentes
padres, dos entidades — una propuesta que, con todo mi respeto a todo lo
aprendido gracias a Eagleton, es simplemente grotesca.
Mucho se ha
criticado a Adorno —a sus contradicciones.
Pero su influencia en el pensamiento moderno serio es irrefutable. Su
acabada reflexión teórica “Dialéctica Negativa” nos dice precisamente eso: que
hacer dialéctica dentro de los parámetros sociales burgueses siempre acaba negativamente. Sus conceptos sobre la corrupción de los
ideales del movimiento de la Ilustración por los sistemas de dominación, la
“Industria Cultura” que transforma obras de arte en mercancía, la “personalidad
autoritaria” del conformista que prefiere obedecer que hacer una difícil
elección. Se puede extraer mucho de
Adorno; sobre todo ejercitar la reflexión.
Una paréntesis
que debo interponer aquí porque me parece muy importante. Muchas veces, durante mi estancia en varios
países europeos, en universidades, escuelas, conferencias, grupos de trabajo en
las artes, me he encontrado con personas que usaban libremente la palabra
“dialéctica” en sus ponencias, en sus explicaciones, y que se suponía tenían la
reputación del estudio —profesores, estudiantes —, pero más tarde, conversando,
descubría conmocionado que no tenían ni idea de su significado o que su
entendimiento de lo que es la dialéctica era totalmente erróneo. ¿Qué es hacer dialéctica entonces?: Imagina
que tienes una tesis. Puede ser cualquier
cosa, un problema, la visualización de un concepto complejo y abstracto, una
solución. Lo que pasa es que eres una
humanista seria y quieres llegar a la verdad y no estás segura de tu tesis. Así
que reflexionas sobre el asunto y extraes una serie de contradicciones con los
que llegas a otra tesis diferente. Esta
es el antitesis de tu previa tesis que es a su vez una nueva tesis y así
sucesivamente. Y así reflexionando y preguntando llegas a una tesis mucho más
pura, más cercana a la verdad. Esta es
la síntesis de tu tesis inicial. Uno de
los primeros en usar este método de investigación fue Platón. Su alumno, Aristóteles, decía que la
dialéctica era la ciencia de la lógica —que tiene mucha lógica. Así la dialéctica ha ido progresando a través
de Kant, Hegel –dialéctica idealista -, y después Marx –dialéctica
materialista. Adorno, sin dejar el
marxismo, volvió su atención hacia el idealismo de Hegel. Como ves, se han escrito volúmenes acerca de
la dialéctica y con la dialéctica.
Lo
más difícil para practicar, desarrollar y entender la teoría crítica
es que necesita personas, intelectos dispuestos a dar grandes dosis de energías
y tiempo. No todos tenemos ese privilegio.
No se trata de “una” filosofía sino de un compendio de estudios con
todas las ciencias sociales, incluyendo geografía, economía, ciencias
políticas, estética y ética, historia, antropología y psicología.
La teoría crítica
es importante en el plano bondiano porque ayuda a formar actores intelectuales
independientes, libres, que puedan luchar contra los influjos dañinos de las
ideologías, que son los peores enemigos de la imaginación.
Para aquellos que
tienen el privilegio del tiempo, y las energías para emprender el camino, el
mejor sitio es una buena biblioteca.
También internet es hoy un mundo al alcance del un clic. Una rareza a considerar, made in spain, es la Fundacion de Investigaciones Marxistas:
Fundación de investigaciones marxistas
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.