El
siguiente texto es una carta reciente de Edward Bond apoyando tanto a
el drama en la educación como a la compañía Big Brum de
Birmingham. Leer a Bond siempre es refrescante y por ende puede que
sea útil a todos aquellos que estén o quieran estar en la escena. De parte de uno de los autores vivos más importantes de nuestros tiempos.
EDWARD
BOND: POR UN DRAMA DE LA SOCIEDAD – DRAMA EN LA EDUCACIÓN
La
Ilustración tuvo lugar hace unos trescientos años. Hasta entonces
a los trabajadores se les consideraba como a ganado. Durante la
Ilustración científicos hicieron nuevos descubrimientos acerca del
mundo – Galileo, Newton, Descartes. Mostraron que las
descripciones que tenía la autoridad sobre el mundo eran erróneas.
Por lo tanto, ¿por qué debería ser correcta la descripción que
tenía la autoridad sobre la gente? - la misma gente que estaba
haciendo los nuevos descubrimientos. Esto necesariamente condujo a
un nuevo entendimiento político. Kant desafió a la gente a pensar
por sí mismos.
Al mismo
tiempo nuevas formas de hacer dinero fueron descubiertas. La riqueza
ya no solo provenía de la tierra. También se obtenía de la
maquinaría, la tecnología, la ciencia. Pero las estructuras
políticas del viejo mundo todavía dominaban la cultura. La nueva
sociedad fue forzada a vivir dentro de las viejas estructuras de
clase. En efecto el uso de la razón para entendernos a nosotros
mismos (del mismo modo que podíamos entender más acerca del mundo)
fue reemplazado por la tecnología, por una nueva forma de usar el
mundo. La clase trabajadora no tenía tierra. Se la robaron con las
Actas de Cercamiento (the Enclosure Acts.)1
Así la clase trabajadora fue forzada a trabajar en las nuevas
fábricas y en vez de ser los nuevos seres humanos emancipados
todavía eran tratados como ganado. Esto condujo a un aumento de la
resistencia y oposición política, a ideas modernas como democracia.
Empezó principalmente en Gran Bretaña pero pronto se propagó a
otros países de Europa y de América. Estos cambios, tecnológicos
y económicos, provocó una lucha internacional entre y contra
poderes extranjeros por dos cosas: materias primas y todavía más
mano de obra barata, para los mercados y la producción. La política
generalmente vive en estado de confusión porque no describe una
situación sino que usa valores morales para interpretarla - y estos
varían culturalmente. Estas tensiones internacionales nos llevaron
a dos guerras mundiales: a las clases trabajadoras se las pidió
morir para defender las mismas sociedades cuyos dueños eran la misma
gente que les explotaba y que les trataba como ganado. Obviamente
esto condujo a un incremento de los disturbios y la agitación. La
ideología no podía decirles “queremos que mates y te maten para
poder tener mercados más grandes” – en su lugar dijeron que
tenían que morir por Inglaterra o Gran Bretaña (o como era el caso,
por Alemania.) La Primera Guerra Mundial se luchó para crear una
nueva tierra donde vivieran héroes– no para que el ganado humano
viviese y muriese en la miseria.
La batalla
económica por mercados y beneficios produjo la Gran Depresión de
las entreguerras. A su vez esto produjo una nueva forma avanzada de
explotación: fascismo, el cual combina los artilugios financieros y
económicos con una distorsión de la imaginación. Hubo una razón
específica para distorsionar la imaginación. La siguiente Gran
Guerra no podía ser luchada, como habían sido luchadas en el
pasado, con la llamada a la obediencia y el deber. Dados los cambios
políticos que he mencionado, la participación de la clase obrera
dependía de un apoyo mucho más activo. Y por eso de la noche a la
mañana el ganado humano fue transformado en guerreros patriotas, en
“la guardia real de la libertad” y en Das Volke (los
escogidos de dios; la raza superior.)¡Una transformación cultural
extraordinaria! De esto se deduce la función de la imaginación en
la política moderna. Ahora que se viven tiempos de penuria
económica y social, de agitaciones internacionales, siempre habrá
una vuelta a la derecha política – y como esto no resuelve nada,
en última instancia a la extrema derecha. Hace más o menos
cuarenta años esto empezó a suceder en este país (Reino Unido.)
El gobierno laborista de postguerra estableció un estado de
bienestar que no estaba basado en el “Das English Volk” sino en
la Ilustración que había empezado hace trescientos años. Pero
incluso en el estado de bienestar la sociedad era todavía
espantosamente injusta. Las viejas clases tenían aun todo el poder.
Así que la clase trabajadora – la clase mayoritaria – sumieron
al país en huelgas por una sociedad más justa y por mayor
participación en el gobierno. Es extraordinario observar como
incluso hoy la prensa de derechas insiste que esto hizo que el país
fuese ingobernable – porque dicen esto en un momento en que el
capitalismo y sus agentes han llevado al país al mismo borde del
desastre total. La solución fue hacerles a los pobres todavía más
pobres. En respuesta a los ciclos de caos del capitalismo, la
derecha hizo un nuevo pacto con el diablo. Ideó un sistema político
y financiero nuevo: se llamó neoliberalismo, laissez faire dejado
llevar a lo más extremo. Las instituciones que controlaban a los
banqueros, financieros e inversores fueron abolidas. El mercado
resolvería por sí mismo los problemas del capitalismo. Todo se
ponía a la venta para obtener beneficios todavía más grandes.
Esto ha llevado a la destrucción de “la sociedad del
bien-hacer-bien-estar” y a convertir en desechos los sacrificios de
millones de soldados y trabajadores que murieron por esa sociedad.
¿Cómo es posible que una sociedad de la tecnología moderna
produzca pobreza, abandono, desechos y tal brecha entre pobres y
ricos? La respuesta de Thatcher fue simple. No hay sociedad. E
irónicamente esto se suponía que nos llevaría a la Gran Sociedad.
Puedes ver como funciona la corrupción de la imaginación. Gran
Bretaña no es una Gran Sociedad. Es una sociedad enferma y su
cultura es sórdida. El resultado es un desgarramiento de la razón
y la imaginación, de la cultura y de la practicalidad. La sociedad
se vuelve peligrosa. Vuelve la pobreza. Pero hay una vuelta de
tuerca nueva. Ahora somos la sociedad del entretenimiento. Durante
los últimos treinta años la sociedad ha sido presa de una extraña
histeria. Combina entretenimiento y espectáculo con deuda,
ansiedad, pobreza y pánico. Se muestra a la pobreza como una pieza
prácticamente aceptable de la sociedad – al menos a los ricos –
mientras el entretenimiento continua. Esta histeria es extrañamente
parecida a la que cautivó a la Alemania Nazi de los años 30.
Cuando todo debe ser vendido, cuando el mercado es determinado por
las ventas rápidas, entonces la misma producción se convierte en un
algo grotescamente nihilista – todo se hace banal, trivial,
simplificado, de mal gusto, de desechos, sin las complejidades y las
sutilezas que nos hacen humanos. El mercado corrompe la imaginación
cultural. En vez de que la imaginación penetre detrás de la
apariencia de las cosas para revelar las verdaderas necesidades
humanas, el mercado se usa para estimular avaricia y pánico. Hasta
la misma juventud está dañada. Hay jóvenes que en vez de estar a
la vanguardia de la razón y de las fuentes de la creatividad –
como es natural para la juventud – son reaccionarios, apoyando a
las derechas políticas para encontrar chivos expiatorios a los que
culpar de su inevitable baja posición social en la escalera
económica – después de todo, la base de la economía capitalista
siempre será ocupada por una mayoría no por la élite. Es un hecho
económico que la base de la montaña tiene que ser más grande que
sus picos.
Para justificar su ira contra sus enemigos Hitler no dijo que eran
ganado humano – dijo que no eran ni humanos. Si describes
cualquier ser humano – aunque solo sea uno – como no humano,
corrompes la imaginación que necesitas para entender lo humano que
hay en ti. Thatcher fue un paso más allá que Hitler. Ella dijo
que no había sociedad. Solo había la familia y sus incestuosas
obras financieras. Pero cuando solo hay familia y no hay sociedad
entonces todos aquellos que no son parte de la familia no son
humanos. Si no hay sociedad no hay seres humanos porque es la
sociedad quien hace humanos. El mercado de Thatcher es una
vuelta al mercado del ganado humano. Es la lógica del
neo-liberalismo. Por supuesto, sus efectos llegaran despacio –
pero llegarán. Thatcher ha traspasado, violado, el terreno
fundamental de la civilización humana – la concordia de la
comunidad. El thatcherismo es una pistola cargada escondida bajo una
cubre-tetera.
Todas las sociedades tienen estructuras. Hay un arriba y un abajo.
Pero hoy en Gran Bretaña no tenemos esto: tenemos un arriba y un
abajo, abajo, abajo, abajo, abajo. Los talleres y representaciones
que Big Brum2
lleva a sus jóvenes audiencias no es entretenimiento ni tampoco el
incesante estímulo enervante del mercado. Big Brum respeta la
humanidad de sus audiencias y les capacita a compartir sus problemas
– que son serios – y sus percepciones – que son profundas.
Muchos de estas audiencias viven entre los que están abajo abajo
abajo abajo abajo. Ahora Big Brum está amenazado con la retirada de
su financiación y su cierre. Si Big Brum cierra, sus audiencias
serán forzadas a descender un peldaño más abajo. Abajo abajo
abajo abajo abajo – y más abajo. Big Brum no ofrece
entretenimiento engañoso sino el drama de la sociedad.
Edward Bond, 26 de febrero 2015
(Traducción: César Villa)
1
A
partir del siglo XVI y hasta bien entrado el siglo XIX, la élite
inglesa cercó los terrenos comunales que hasta entonces había
cultivado la gente durante siglos en favor de los ricos y
terratenientes. Como consecuencia de esta ley los campesinos tenían
que pagar tanto para hacerse dueños como para usarlas y
prácticamente todo el campesinado las perdieron dejándoles de
forma efectiva sin hogar. Los grandes dueños de hoy en Inglaterra
son los herederos de aquella injusticia.
2 Big
Brum, con su director Chris Cooper, es una compañía de teatro
independiente cuyo trabajo se centra en la juventud, difundiendo
aquellas obras que Edward Bond escribe para la juventud, montando
tanto representaciones como talleres, tanto en teatros como en las
instituciones de enseñanza. Ha coleccionado éxitos rotundos en el
ámbito de la enseñanza durante los últimos 20 años y es un grupo
altamente reconocido tanto en Gran Bretaña como en el área
internacional.
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