Querido
Cesar
(…)
Empatizo con tu preocupación sobre el estado del drama y la
política. No debes (y no lo harás) desesperar.
Cuando
las cosas cambian es porque el mal se ha vuelto intolerable pero
también más poderoso. Juventud y edad se reciclan recíprocamente
y por eso debería haber esperanza. El peligro ahora es doble: el
poder de las armas de guerra y la destructividad del consumismo
capitalista. El peligro es real: degradamos nuestro mundo y
podríamos destruir la sociedad humana – en América Trump y en el
UK Boris Johnson y el fascismo de cosecha propia. La tragedia de la
actual sociedad en descomposición se convierte en una farsa, en
parte porque ninguna persona seria y perspicaz intentaría hacer
funcionar la situación actual, y por tanto los payasos toman el
control. Esto es inevitable en todas las sociedades gobernadas
por élites.
(…)
También
escribí un poema para celebrar los 23 años de Mel Kenyon como
agente teatral. Habrá un evento en el Royal Court, pero ya no puedo
entrar en ese lugar; es exactamente como las instituciones culturales
que describes en tu carta. En lugar de ir al evento, escribí el
poema para que fuese leído allí.
(...)
Así
que, tú y yo, debemos trabajar. Pienso en los jóvenes actores de
Sutton y en su futuro. Pienso en tus hijos.
El
problema es que los excesos del capitalismo se han vuelto
despiadadamente peligrosos, mientras todo se oculta bajo el
entretenimiento y el consumismo -- y la incomprensión. Está
sucediendo por doquier.
Así
es como Trump y Boris pueden reemplazar a Hitler y luego hacer que
parezca que el desastre puede posponerse. No creo que se pueda
posponer. En el Reino Unido parece que hay una reactivación del
socialismo entre los jóvenes. El problema es que pueden estropearlo.
En una reunión laboral, el público joven gritaba por la guillotina
cuando se mencionaba a la familia real. Han olvidado o nunca
supieron que las personas que gritaron por la guillotina en 1793
terminaron siendo guillotinadas. Tienes que pensar en el San
Petersburgo de 1917. Allí hubo una verdadera revolución popular,
pero que fue rápidamente maltratada. Lenin hizo su propio asesinato
inevitable y puso a Stalin en el poder. No entendemos ni nuestra
situación ni a nosotros mismos. Es por eso que un nuevo drama es
imprescindible para la comprensión humana. Si pudiéramos crear
esto, sería práctico y el primer drama sin ideología. Es sobre la
relación ya argumentada, entre los dos órdenes – el humano y el
natural. En mi poema para “Las Obras de Guerra” en Japón lo
llamo el caos de las escaleras. La relación es lógica y no se
puede evitar.
(…)
Piensa
en tu relación con tu padre. Y luego piensa en tu relación con tus
hijos. Eso debería ayudar.
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